Mario Olguín Azpeitia
La gerencia de proyecto (GP) es la rama de la administración que trata de la planificación y control de la ejecución de proyectos y provee las herramientas para administrarlos integralmente en todas sus fases: planeación, programación, ejecución, control, pruebas y puesta en marcha, de modo que los riesgos se puedan detectar, eliminar si esto es posible; compartir o mitigar. Ignorarlos puede traer consecuencias negativas para el proyecto. La GP se utiliza en la mayor parte del mundo y, lamentablemente, muy poco en México.
De acuerdo con el Project Management Institute , un proyecto es un esfuerzo temporal que se lleva a cabo para crear un producto o servicio; es temporal y tiene metas definidas de tiempo, costo y calidad.
Con el tiempo los proyectos han incrementado su complejidad al pasar de la simple construcción de obras a la gestión integral de todo el ciclo del proyecto. La GP se requiere en un entorno mundial tecnológico y financiero cada vez más difícil, con proyectos de enorme complejidad y cada vez mayor número de actores por lo que es necesario contar con mejores técnicas de gestión para lograr proyectos exitosos.
Al revisar proyectos con resultados no satisfactorios se observa que la causa fundamental de las desviaciones es la falta de integración, seguimiento y retroalimentación de los aspectos arriba señalados y no considerar las variables importantes que influyen en el proyecto.
Aplicar la GP implica utilizar herramientas tecnológicas e informáticas de punta sin olvidar que su conocimiento nunca sustituirá a la experiencia adquirida al liderar grandes proyectos mediante el conocimiento y aplicación de esta disciplina.
Otras circunstancias que influyen en el desarrollo de los proyectos son: financiamiento, análisis de riesgos, tenencia de la tierra, derecho de vía, impacto ambiental, cambios en el uso de suelo, atención de todos los interesados incluidos grupos sociales y la presencia de restos arqueológicos, entre otras. Cuando se ignoran estas coyunturas los proyectos enfrentan problemas que afectan el tiempo, costo y calidad, pudiendo llegar al extremo de su cancelación.
En 2012 la Auditoría Superior de la Federación en su estudio “Problemática general en materia de obra pública y servicios relacionados con las mismas”, analizó 80 contratos con montos mayores a 100 MDP suscritos entre 1999 y 2010 y encontró modificaciones recurrentes respecto de las previsiones originales lo que generó incremento en los montos y plazos contratados; las principales causas fueron: a) desarrollo insuficiente de proyectos ejecutivos y de estudios previos; deficiencias en normas técnicas y de calidad; bases de licitación inadecuadas o incompletas, licitaciones mal evaluadas y falta de personal capacitado para elaborar proyectos y evaluar propuestas; b) retraso en la asignación presupuestal y, c) plazos de ejecución incompatibles con la realidad y complejidad de las obras, entrega tardía de anticipos, incumplimiento de contratistas y supervisoras, atraso en convenios modificatorios y en autorizar precios extraordinarios o ajustes de costos, problemas ambientales y de carácter social, conflictos sindicales, obras no previstas; cambios de uso de suelo, recepción tardía de los trabajos y en realizar pruebas de operación y puesta en marcha. Lo anterior ocasionó incrementos de hasta 284% en monto y 524% en tiempo.
Cinco años después la ASF realizó un estudio similar para el periodo 2011 - 2016 y las causas de modificaciones prácticamente fueron las mismas. En esta ocasión analizó 92 proyectos con importes mayores a 100 MDP; los incrementos alcanzaron hasta 292 % en monto y 388 % en tiempo.
La ASF concluyó que, como causa primaria de las desviaciones, persistió el no contar con proyectos ejecutivos completos previo a iniciar los trabajos, pese a que la LOPSRM establece como requisito para iniciar cualquier obra de infraestructura contar con el proyecto ejecutivo totalmente terminado o con un grado de avance que permita continuidad en la ejecución de los trabajos. La segunda causa fueron problemas de índole social relacionados con tenencia de la tierra y, la tercera se refiere a no prever la obtención de derechos, permisos y licencias para iniciar las obras.
Desafortunadamente, y sin razón, en México estas circunstancias han propiciado el desprestigio de la ingeniería civil mexicana. Sabemos que, generalmente, las causas de desviaciones obedecen a decisiones gubernamentales mal analizadas y poco fundamentadas y a que en la determinación de las obras a construir prevalecen criterios políticos sobre los eminentemente técnicos. No debe permitirse que inicie una obra donde primero se fijen las fechas de inauguración, cuando ni siquiera se cuenta con el proyecto, permisos, etc.
El Colegio de Ingenieros Civiles de México ha presentado al legislativo una serie de modificaciones a la Ley de Obras Públicas entre las cuales se incluye la obligatoriedad de aplicar la GP, buscando así minimizar las desviaciones en tiempo y costo en proyectos gubernamentales. A nivel mundial se utiliza la GP pero, inexplicablemente, en México casi no se aplica en las obras del sector público.
Recomendaciones: a) hacer obligatorio aplicar la GP en todas las obras; b) contar con un plan nacional de mediano y largo plazo para el desarrollo de la infraestructura identificando las necesidades regionales por sector; constituir un Instituto de Planeación de la Infraestructura -propuesta liderada por el Colegio de Ingenieros Civiles de México- en el que participen los tres órdenes de gobierno y los actores de la sociedad relacionados. Con base en lo anterior, realizar el Plan Nacional de Desarrollo de Infraestructura que deberá mantenerse actualizado; c) lograr la oportuna asignación de partidas presupuestales para elaborar los proyectos ejecutivos, previo al inicio de las obras y, d) incorporar en los planes de estudio de ingeniería civil la asignatura de GP y fomentar la formación de ingenieros civiles con conocimientos y experiencia en la materia.
Miembro emérito del Colegio de Ingenieros Civiles de México, coordinador adjunto del Comité de Gerencia de Proyectos y Perito Profesional en Gerencia de Proyectos de Infraestructura por el mismo Colegio